A medida que un pueblo desarrolla su vida va creando sin proponérselo su cultura. El lenguaje heredado, su música, su paisaje, la flora y fauna del territorio, sus textiles y colores, incluso la inmigración, va conformando su patrimonio, su identidad, su sentido de "ser".

Al comienzo del siglo 19, lo que se consideraba más importante como elemento aglutinante, casi único, eran los logros militares y así se llenó con una gran cantidad de monumentos todo el país. Una especie de museo a cielo abierto, además de calles para que los habitantes los recordaran en todo momento.

Con el correr de los años, las producciones en otros campos, como el científico, el técnico y literario crecieron y se consideró que el país poseía una historia, un pasado prehispánico que era digno de conservarse, más las expresiones en ámbitos elaborados como el desarrollo de la arquitectura y las consiguientes demoliciones de ejemplares anteriores fueron una verdadera hecatombe que se ha logrado reconsiderar para conservar ejemplares del pasado.

Fundación CIM tiene el propósito de identificar, promover y desarrollar proyectos de conservación del patrimonio cultural a fin de preservar esta identidad cultural, reconociendo y revalorizando su legado para las generaciones presentes y futuras.